El jarabe de malta de cebada es un edulcorante sin refinar, elaborado mediante extracción de cebada germinada y malteada.[1]
El jarabe de malta de cebada contiene aproximadamente un 65 % de maltosa, un 30 % de glúcidos y un 3 % de proteína de almacenamiento (prolamina glicoproteína). El jarabe de malta es de color marrón oscuro, espeso, pegajoso y posee un fuerte sabor distintivo descrito como «maltoso». Es aproximadamente la mitad de dulce que el azúcar blanco refinado. El jarabe de malta de cebada a veces se usa en combinación con otros edulcorantes naturales para darle sabor a malta. También llamado «extracto de malta de cebada» (o simplemente jarabe de malta), el jarabe de malta de cebada se elabora a partir de cebada malteada, aunque hay casos de etiquetado incorrecto en los que los comerciantes utilizan otros granos o jarabe de maíz en la producción.[2]
El jarabe de malta de cebada también se vende en polvo. El extracto de malta de cebada se utiliza en la industria del pan y productos horneados para dorar y dar sabor y en la fabricación de cereales para dar sabor a malta.[3] Añadir jarabe de malta de cebada a la masa de levadura aumenta la fermentación como resultado de las enzimas de la malta, acelerando así el proceso de fermentación.[4]
El jarabe de malta de cebada tiene una larga historia y fue uno de los principales edulcorantes (junto con la miel) utilizados en China entre los años 1000 a. C. y 1000 d. C. por Qimin Yaoshu, un texto chino clásico del siglo VI, contiene notas sobre la extracción de jarabe de malta y maltosa de cereales domésticos comunes. El jarabe de malta de cebada se sigue utilizándose en dulces tradicionales chinos, como el algodón de azúcar chino.[4]
El racionamiento del azúcar en Estados Unidos condujo a la primera producción comercial de jarabe de malta en la década de 1920, para hacer frente a la escasez de azúcar.[4]
El pan de malta es otro producto que utiliza jarabe de malta de cebada. [4]